
"...Volvía los ojos a los cristales de mi balcón; los veo empañados y llorosos por dentro: los vapores condensados se deslizaban a manera de lágrimas a lo largo del diáfano cristal;
Así se empaña la vida -pensaba-, así el frío exterior del mundo condensa las penas en el interior del hombre... así caen gota a gota las lágrimas sobre el corazón. Los que ven de fuera los cristales, los ven tersos y brillantes; los que ven sólo los rostros, los ven alegres y serenos..."
M. J. DE LARRA
Desde la primera vez que leí en clase este fragmento hace doce años, me encantó. Llevaba un tiempo buscándolo y por fin, hoy lo encontré... lo comparto aquí porque creo que la comparación de la lluvia con las emociones, está muy conseguida.