viernes, 23 de septiembre de 2011

Las niñas grandes no lloran

Me siento tan pequeña, tan frágil, tan débil, tan sola… se me hace tan cuesta arriba. Me duele tanto el que no estés y el no poder estar, el no poder quejarme; el no deber quejarme, el no poder decir…

Me es tan difícil el disimular hoy, hacerme creer que todo está bien y confiar en que mañana estaré mejor… y ante tanto dolor ni una lágrima, sólo un nudo en la garganta, una presión en el pecho, un temblor en mis manos, un recuerdo en mi mente, una sonrisa forzada…