Hace una semana dio lugar el Concierto por la Libertad: Un concierto con invitados internacionales que versionaron y adaptaron canciones catalanas o propias; un acto cultural, poético y literario; un llamamiento a favor de la libertad de expresión, la democracia, y el derecho a decidir todo el futuro que queda por delante.
Sin embargo, dicha cita popular recibió una crítica voraz y un gran rechazo por parte de los medios de comunicación nacionales más rancios, que lo vendieron como una amenaza, un ataque o una negación hacia la sociedad española.
Hay que recordar, sin embargo, que un acto que se lleva a cabo desde el máximo respeto y con carácter constructivo, no puede ser destructivo por más que lo quieran manipular con lecturas maliciosas.
A esos mismos, sólo me gustaría decirles que dos mentiras no hacen una verdad... pues eso.
