lunes, 11 de agosto de 2014

Lejos de aquí

Me duele esa baldosa y las cuatro paredes de mi casa, ese primer metro que fue el comienzo de la distancia en Km que hoy me separa de ti. Detesto ese día en el que te vi partir y me hiere recordarme mirando cómo te marchabas sin haber prestado demasiada atención al último beso que me diste.

Me siento incompleta y no me llevo bien con tu ausencia, y es que desde que he compartido contigo todos mis días, te has vuelto imprescindible en mi vida y se me hace raro que no estés o no estar. Me gusta cómo y quien eres. No sólo eres mi prima, también has resultado ser una gran confidente y mi amiga; me conoces sin necesidad de explicar nada, contigo simplemente soy yo y soy feliz cuando te advierto cerca.

¡Te quiero muchísimo, Silvia!.