El día 16 nació mi segunda sobrina, Abril... Por fin se agotó el tiempo de la espera por su llegada.
No tengo palabras para definir la ternura infinita que me inspira esa criatura. Casi se me rompe el corazón de emoción cuando vi a Sofía, batallando a lo largo de la tarde de ayer con los presentes por tener en brazos a su hermanita y poder besarla. Cuando por fin, "conocí" a Abril, no quise perderme el cargarla, la llamé por su nombre y abrió sus ojos. ¿Qué os voy a decir que no sepáis?... la vida es un milagro.
Si con una sobrina, la vida se había vuelto mucho más divertida, con dos puede resultar mucho más curiosa. Ayer, por ejemplo, cuando acompañé a Sofía a dormir, me contaba cuentos y no dejaba de hacerme reír. Es que esta niña, aparte de ser súper inteligente y tierna, es muy simpática y tiene cosas de vieja.
"Mis niñas" son las florecillas que traen Primavera a mi vida.