Siempre que me decían de niña que era la oveja negra, me sentía tan orgullosa que tendríais que haberme visto; para mí, era un gran elogio.
Y es que siempre me ha gustado ser una oveja negra... es comprensible al mirar de frente lo que hay por el mundo. Es normal que prefiera serlo antes de pertenecer a un rebaño social digno de ser catalogado con un sinfín de adjetivos que no os gustaría leer todos juntos (y que conste que no soy una inadaptada; sigo las normas establecidas y a veces, hasta me da la risa con ellas). Pero en ocasiones, yo me pregunto: ¿de qué sirve ser una oveja blanca que, valga la redundancia, está en blanco porque algo o alguien no le permite ser libre y pensar por ella misma? Porque no nos engañemos: Las del rebaño, las blancas, blanquean sus manchas negras, para no diferenciarse porque necesitan la aceptación ajena y un amo que les ordene lo que deben hacer para ser todas igual de blancas... porque es lo que se juzga como fácil o cómodo. Yo lo respeto (allá cada cual) pero verdaderamente, no lo entiendo ni lo comprendo... ni deseo llegar a hacerlo: Creo que cada uno debería ser su propio líder, no sé por qué hay tanto miedo al respecto; un colectivo es un grupo de varias individualidades, no de medias mitades.
Yo siempre he preferido ser la negra, la verde, la naranja, la amarilla o cualquier color que sea indicativo de ser yo misma, de ser quien soy aunque eso implique ser distinta o diferente al resto: yo no estoy acomplejada por tener identidad propia y ser yo.
Tampoco comprendo por qué utilizan dicha frase del título, como algo negativo... ¿qué hay de malo en serlo? Siendo una oveja negra, tengo mi propia personalidad, mi propio carácter, no me domina nadie y nadie sabe doblegar con eficacia mi voluntad a la hora de hacer o no hacer algo que me apetezca o no.
Porque yo soy así: no me van ni las mayorías ni las minorías, le doy mil vueltas a lo fácil porque desconfío, me encanta el reto de lo difícil y de lo aparentemente imposible... me gusta marcarme mis propias metas y tomarme mi tiempo para llegar a ellas y poder realizar mis objetivos.
Lo que me toca mucho la moral es que ahora nos vendan un nuevo concepto de "ser oveja negra" y esa nueva invención llegue a estar de moda... porque esa es la forma de "blanquearnos" (las blancas vendrían en estampida a tatuarse manchas negras sólo para ser "cool", y el ser oveja negra quedará reducido a una etiqueta más). Y es que Lau tiene razón: Hoy por hoy, la mayoría de la gente no es moderna, es gilipollas con todas las letras.
Ahondaré un poco más en mi profundo lado oscuro, desvelándoos con dulzura otra pieza del puzzle de mi realidad: Soy la Oreo de las galletas jajajajaja ;)