domingo, 2 de mayo de 2010

Feliz día de la Madre... que me parió

Gracias por ser el taxi que me trajo a este mundo y pagar tú durante nueve meses el peaje, mamá.

Gracias a ti pude tomar forma hasta que estuve preparada para nacer… Te lo agradezco de veras. Supongo que no pensaste que tu tercera hija iba a ser “así”, pero a pesar de todo, me quieres (¿y lo que te has llegado a reír conmigo, madre? ¿Eso quién te lo quita? jajaja). Sin saberlo, la liaste bien parda metiéndome el pecho en la boca, ¿lo sabes, no?… en fin, nadie es perfecto. Y es que tras los primeros años de darte muchos disgustos con mi frágil salud y tanto esfuerzo por tu parte y la de papá, comencé a abrazar la vida. Apuesto a que tengo muchas cosas buenas que tampoco imaginaste al observarme cuando yo era bebé y la realidad superó la ficción o la imaginación (como suele pasar muchas veces).

Gracias por toda tu paciencia, tu aguante, tu sacrificio y tu lucha por mis hermanas y por mí, por quererme tanto, por darme mi padre y tú la oportunidad de existir y formar parte de vuestras vidas. Gracias por nuestro tiempo compartido, por tu apoyo y por demostrarme que puedo contar contigo en el transcurso de mi vida. Sólo quiero que sepas, que jamás me cansaré de decirte que te quiero muchísimo, aunque cada día te lo digo. Y por supuesto; ¡FELICIDADES, MAMÁ!... porque considero que ser madre, es una de las mayores bendiciones que existen en la vida.

"Jamás en la vida encontraréis ternura mejor, más profunda, más desinteresada ni verdadera que la de vuestra madre" (Honoré de Balzac)