jueves, 20 de mayo de 2010

Tomando un buen trago

Porque la vida a veces resulta ser como una bebida -dulce, refrescante, chispeante, sabrosa- y hay que ir poco a poco para no atragantarse y poder disfrutarla y saborearla... en su justa medida y a su momento.
La ansiedad o la impaciencia, a veces es esa sed que hace que nos la bebamos del tirón, sin disfrutar de ese instante, de esos logros o en general, de las vivencias cotidianas.
Es importante saber abrir bien los ojos y tomar las cosas con calma para no entorpecer con nuestra aptitud a que las cosas pasen, sucedan o nos encuentren.
Estoy tomando mi vida tal y como viene, viviendo y compartiendo tardes felices, tan llenas de risas y tan maravillosas, que tengo la plena certeza de que no voy a olvidarlas jamás. Esto es la vida: lo que sucede o está sucediendo ahora... y lo que tenga que llegar, ya llegará.