Es curioso que cuando uno se da tiempo para retomar su vida y hacerse útil (o más útil si cabe), uno toma distancia y al mirar de lejos, ve las cosas con perspectiva… Conoces personas -o vuelves con tu gente- con las que nacen nuevas risas y nuevos temas, y te ilusionas con nuevos proyectos viendo que puedes conseguirlo…
No sé si el corazón brilla por los reencuentros, por los objetivos coronados, por la inexistencia del estancamiento o por mil cosas más... pero sospecho, que es cada uno "sencillamente" quien hace brillar -u oscurecer- a su propio corazón a cada paso que da, con el que avanza -o retrocede- un poco más en la vida.
Alguien dijo una vez: "Si no puedes ser lo que eres, sé con sinceridad lo que puedas"... vamos, que no te quedes sentado a esperar.