domingo, 14 de marzo de 2010

El tiempo


El tiempo desgasta, rompe, separa, une y anula. Amarillea las hojas de papel que en otro tiempo fueron escritas con palabras llenas de sentido. Arruga las fotografías que fueron contempladas y admiradas... (también, en otro tiempo).

Acaba con historias que parecían infinitas, pone el fin a los cuentos… al amor y a la vida. Pone el fin sin dar marcha atrás. Y no te regala partículas de sí mismo para permanecer un breve instante más en esta vida. Ni te ofrece la oportunidad de llegar a ese justo momento en el que faltó escuchar, hablar o amar. No te da una caja llena de sueños que tuviste y no alcanzaste a recordar.
Tampoco te da la oportunidad de volver a empezar... Has de ser valiente y crearte un nuevo comienzo, y valga la redundancia, COMENZAR.


(Aunque diese la vuelta al reloj; el tiempo jamás descontaría... siempre lo hace hacia adelante; quizás esa sea la clave para superar según qué cosas; dejarlas atrás -o a un lado- para no revivir las penas o anclarte en ellas, ¿no?. Queda muchísimo por vivir; instantes de risas, amistad, momentos felices, hechos y situaciones inesperadas... y a cada paso nuestro que avanza, propiciamos esas vivencias venideras).