domingo, 29 de agosto de 2010

¡No es lo que parece!


Esta semana me ocurrió algo que parecía una escena de comedia, os pondré en situación;
Invité a una amiga a dormir en casa y ella aceptó. Puesto que soy de charlar bastante, le dije de compartir la cama de matrimonio de mi madre, porque hasta que nos dormimos, siempre nos quedamos hablando.

Total, suelo irme a dormir bastante tarde, pero ese día, a las 23:30 ya estaba en la cama. De repente, suena el teléfono y era una de mis mejores amigas... como respondí sorprendida, ella se puso en lo peor, creyendo que "interrumpía" algo (me entró la risa, pero no, no interrumpió nada... lamento decepcionaros). Resulta ser que mi primo se dejó las llaves de su casa en el trabajo, y como yo tengo una copia, estuvo telefoneando a ver si se las podía prestar pero claro, yo estaba hablando con mi amiga, lo que hizo que mi primo se presentara en mi casa a las 00:30 de la madrugada.

De repente, y hablando aún por teléfono, oigo el timbre de casa y mi cabeza comenzó a sufrir un bombardeo: ¿era mi madre que había venido sin avisar? ¿era mi hermana que había tenido movidas con el novio? ¿había pasado algo con mi abuelo que anda delicado de salud?. ¡¡Dios mío!!... la cama de matrimonio deshecha, todo el comedor mangas por hombro y ¡bingo!; hasta un cachorro, que a mi madre no le hace gracia tener animales en casa.

Atiendo el interfono, era mi primo reclamando la copia de las llaves de su casa... subió a buscarlas y bueno, me recrimina con quien estaba hablando por teléfono a esas altas horas de la noche, me entró la risa y le respondí. Y precisamente en ese momento, se escucha un ruido en la habitación de matrimonio (la perra moviendo la cola y golpeándola con la puerta) y mi primo entre asustado y sorprendido -y cambiando la expresión de su cara- me mira de arriba a bajo y es cuando se fija que estoy despeinada y que bajo la camiseta interior no llevaba sujetador... y lógicamente, la cabeza le hizo click, y malpensó. Y al percatarme de su reacción, me sentí con la obligación de explicarle todo, pero vi que iba a ser en vano por su media sonrisa y su "ya, ok".

"Puedo explicarlo, no es lo que parece"... Mira, ¿sabes qué? ¿para qué dar explicaciones si no van a creerme, si ya se han hecho una imagen de mí y lo que yo pueda decir les sonará a excusa barata? jajajaja. Y yo me pregunto: ¿qué culpa tengo yo de que la gente se ponga en lo peor siempre y tenga una mente tan podrida? jajajajaja. Desde hace dos noches, parece ser que vuelvo a tener una doble vida... muy oculta y muy jodida en la que tienen cabida llamadas telefónicas a altas horas de la madrugada, acompañantes secretas de cama, un perro que me delata, y donde mi casa más que un hogar, es un picadero... ¡Si al menos fuese cierto! jajaja