Me siento tan pequeña, tan frágil, tan débil, tan sola… se me hace tan cuesta arriba. Me duele tanto el que no estés y el no poder estar, el no poder quejarme; el no deber quejarme, el no poder decir…
Me es tan difícil el disimular hoy, hacerme creer que todo está bien y confiar en que mañana estaré mejor… y ante tanto dolor ni una lágrima, sólo un nudo en la garganta, una presión en el pecho, un temblor en mis manos, un recuerdo en mi mente, una sonrisa forzada…