Hacía mucho tiempo que no iba a una Cabalgata de Reyes, y aprovechando que estoy en Alicante, hoy fui. No os hacéis una idea de lo mucho que me ha impactado ver que Baltasar no era negro... ¿qué absurda broma es esa?.
Baltasar más que negro, parecía un minero carbonero, un segundo Michael Jackson o alguien que se había acercado demasiado a la chimenea y se había ensuciado de hollín... Me han desmontado el mito, me han echado abajo mi teoría de que Baltasar era el mejor de los tres... hoy ha resultado ser el menos creíble, el más estafador: El Rey negro era blanco. A ver, que alguien me lo diga: ¿qué les cuesta coger a gente de color para hacer de Baltasar y sus pages reales? ¿qué pasa, que en Alicante no hay negros o qué?.
Me he quedado algo decepcionada: es como si las naranjas no fuesen de color naranja, como si la nieve no fuese fría o no cayese blanca, o como si la luz no iluminase... me habéis mentido y también, a miles de niños; ¿cómo tenéis valor de hacer eso?. El verdadero Baltasar debía estar en Valencia, en Barcelona o en Madrid... porque está claro que el que he visto hoy, no era el rey al que de niña le pedía mis juguetes, el de hoy era un rey tintado... como los príncipes azules (y es cuando yo me pregunto: ¿será que la Realeza destiñe?).
Le iba a pedir paz en el mundo, que acabe la crisis, y que el paro disminuya -jajaja-... pues hay que joderse: ¡ahora no puedo hacerlo!. ¿Qué cabe esperar con unos Reyes tan falsos? (jajaja).
Pretendiendo hacer un guiño a mi tarde de hoy... sólo os deseo buena víspera de Reyes, que disfrutéis mucho y ojalá jamás dejéis de invertir en la infancia aportando felicidad, ilusión y magia... recordad siempre que son el futuro.
