lunes, 22 de noviembre de 2010

Destiempos (a dos tiempos)

¿No os ha pasado durante alguna temporada de vuestra vida que os sentís desubicados?.
A veces echo la vista atrás o miro de reojo y siento como si llegara a mi propia vida a destiempo; a veces siento que he llegado demasiado pronto cuando las cosas aún no se han dado, o por el contrario, que he llegado demasiado tarde. Esa sensación a veces logra entristecerme... cuando me siento descoordinada con lo que me rodea, con aquello que en teoría hay en este mundo para mí y que al no estar en el momento oportuno, no logro verlo o encontrarlo... es como si lo perdiera (aunque no sea del todo así, porque jamás lo he tenido). Y diciendo esto, estoy pensando en algunas personas, en varias situaciones y en bastantes cosas... por suerte, he aprendido a sobrellevarlo; ¡qué remedio!, ¿no?.

Las horas pasan en tu compañía como si de minutos se trataran, eres una pieza -jajaja- indispensable para que mi reloj sepa ir al ritmo del mundo y cuando lo necesito, me ayuda a desmarcarme e ir a mi propio compás ajena al resto de pasos; sabes pararme y reactivarme con tan sólo una sonrisa, una frase o una foto de un cielo plagado de estrellas cuando tan sólo podría ver en el cielo una noche oscura y vacía, si me decidiese a asomarme.